Pasado y presente: Mendoza inauguró un museo del cine y un set de filmación para la industria audiovisual
Con una inversión inicial de más de 30 millones de pesos, funcionarán juntos en un mismo edificio de la capital de la provincia para articular historia, turismo y patrimonio, asi como fomentar la actividad cinematográfica nacional e internacional en la provincia.
Con una inversión inicial de más de 30 millones de pesos, Mendoza contará a partir de este miércoles con un moderno set de filmación y el Museo Interactivo Audiovisual (MIA), que funcionarán juntos en un mismo edificio de la capital de la provincia para articular historia, turismo y patrimonio, y fomentar la actividad cinematográfica nacional e internacional en la provincia.
“Con las políticas activas, la capacidad ya instalada y el recurso humano esperamos tener una buena producción que se complemente con el valor agregado que aporta toda la geografía y el patrimonio que tiene Mendoza para hacer cine y audiovisuales”, auguró a Télam Marcelo Ortega, presidente de FilmAndes, empresa que tiene el comodato para trabajar allí por los próximos 20 años.
Ortega anticipó que “ya hay muchas productoras a nivel nacional e internacional que miran con buenos ojos desarrollar proyectos aquí, y ya en los próximos días se van a rodar videoclips y habrá eventos relacionados a los deportes electrónicos”.
Según indicó, la actividad del audiovisual tiene un enorme potencial de trabajo genuino ya que “incluye a más de 200 perfiles de profesionales que van desde el talento de un director, productor o actor en una alfombra roja, hasta quienes brindan todo tipo de servicios como maquilladoras, catering, transporte o abogados, entre tantos otros”.
Un estudio del Observatorio Industrial y Economía del Conocimiento de la UNCuyo y la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas del ministerio de Economía de Mendoza, indica que los puestos de trabajo en el sector audiovisual tuvieron un incremento de 16,5% entre marzo de 2018 y marzo de 2022.
El estudio de producciones audiovisuales y el MIA serán inaugurados oficialmente hoy, aunque abrirá al publico a principios de 2023 en su ubicación en el denominado Distrito 33, en el parque San Martin de la capital de Mendoza. Se trata de un proyecto que demandó una inversión de más de 30 millones de pesos aportados en su mayor parte por los gobiernos nacional y provincial, y por la otra contraparte privada de FilmAndes a través de los programas Nodos y Mendoza Tec.
“Con esta nueva apuesta se combina a partir de hoy el pasado, el presente y el futuro de la producción audiovisual en Mendoza”, se enorgulleció Sergio Sánchez, presidente de Fundacine, entidad que desde 2005 se dedica a recuperar el patrimonio fílmico.
“Recuperamos 150.000 pies de película, para lo cual hubo que revolver basura, llenarse de mugre y pelear con las arañas”, ironizó el coleccionista, feliz de haberse abocado junto a un grupo de realizadores a la tarea de rescatar el patrimonio cinematográfico de la provincia de Mendoza en una iniciativa que fue denominada Proyecto Celuloide, y que se transformó en una de las colecciones más variadas del país.
La nave que ocupa el set cuenta con 1.500 metros cuadrados de superficie y capacidad para recibir, a modo de ejemplo, un camión con semi-remolque. Fue hecha a nueva en pisos, techos y paredes, con un refuerzo estructural en un edificio de más de 40 años para adaptarlo así a su nueva función específica. Dentro de ese espacio hay equipamiento de punta, con croma, pantalla sin fin de 17 metros de largo por 7 metros de alto, estudio de posproduccion de sonido equipado con Dolby Atmos, depósitos y oficinas de producción que se complementan con un gran estacionamiento.
Allí se instalará también el Museo Interactivo Audiovisual, que funcionará en la misma nave, para mostrar a los visitantes la historia y el patrimonio audiovisual de la provincia de forma entretenida e interactiva.
Según explicaron, allí se aplican conceptos modernos de museografía, diseño expositivo e iluminación, como linternas mágicas del siglo XIX y prototipos de cámaras televisivas de mediados del siglo XX. La interacción del visitante es permanente, ya que todo el recorrido está apoyado por una aplicación de realidad aumentada.
El MIA nació cuando el Fondo Nacional de las Artes propuso a Proyecto Celuloide la creación de una muestra itinerante, que se inauguró en Buenos Aires, luego estuvo en Rosario, Cosquín, San Juan y en varios lugares de Mendoza, y ahora tendrá su sede fija.
Para el rescate de las imágenes hizo falta rehabilitar la antigua tecnología que permitiera la proyección en distintos formatos y un exhaustivo trabajo de investigación, que permitió contextualizar y datar el cine hecho en Mendoza entre 1908 y 1978 (el documental más viejo rescatado muestra la cosecha de un viñedo y data del 1925).
“Todo lo que es soporte fílmico antiguo, funciona. Luego llegó a mediados de los setenta la electrónica, el video y ya es irrecuperable por la suciedad que va quedando en los cabezales”, explicó Sánchez.
El museo ofrecerá además muestras itinerantes, ciclos de cine, charlas y conferencias, instalaciones, espectáculos multimediales y otras actividades culturales que vinculen el pasado y la historia con las tendencias más modernas en materia audiovisual.
Para el MIA al cine hay que entenderlo desde sus fundamentos, por lo que la muestra comienza con un módulo universal: el período histórico denominado Precine, que se remonta al 900 de la era cristiana para conocer qué es el WayangKulit (teatro de sombras proyectado sobre una pantalla), considerado el primer antecedente.
También está previsto exponer una muñeca javanesa original (especie de títeres utilizados en el teatro de sombras), varias fotografías relacionadas con el espectáculo y a través de la aplicación de realidad aumentada, donde se aprecian videos con el trabajo de los artistas de sombras.
En un salto temporal de casi un milenio, se llega al antecesor del proyector cinematográfico: la linterna mágica; y se exhibe un aparato original Ernest Plank del siglo XIX y seis diaporamas también originales; y juguetes ópticos del siglo XIX como el zootropo y un praxinoscopio que usaban el fenómeno phi para recrear una ilusión de imagen en movimiento a través la secuencia de imágenes fijas.
La muestra continúa con la línea de tiempo y aparece la fotografía, soporte fundamental para la creación del cinematógrafo, donde se exhiben obras de Niepce y Daguerre y se expone una cámara de placas.
En el módulo siguiente, la primera sección muestra la llegada del cine a Mendoza a través de fotografías y recortes periodísticos de comienzos del siglo XX.
El recorrido lleva luego al capítulo más importante de la historia cinematográfica de la provincia, con la fundación de la empresa Film Andes en la década de los 40, y una extensa exposición fotográfica que se propone explicar por qué Mendoza era conocida como la “California argentina”. Allí, el visitante puede elegir una de las fotos y, a través de su propio dispositivo, ver y escuchar un video con el fragmento de la película a la que corresponde la toma.
En contraste con las grandes producciones, la próxima sección está dedicada al cine amateur y a la importancia de las filmaciones familiares en la reconstrucción de nuestro pasado. Hay cámaras, moviolas y proyectores de 8 mm, súper 8, 9,5 y 16 mm.
El módulo siguiente está íntegramente dedicado a la televisión. En la primera sección se recrea el ambiente de un estudio televisivo a mediados de 1960: cámaras, consolas de audio, osciloscopios y aparatos de iluminación. También se exhibe una de las joyas del museo: una cámara Dumont, uno de los aparatos de generación de imagen electrónica más antiguos que existen.
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