Cuando uno piensa en estas rifas o sorteos de la Lotería Nacional, los más creyentes sueñan con acceder al premio y los menos crédulos piensan que nunca les va a tocar a ellos. Pero lo que ninguna de las dos partes supondría es que alguién saliera beneficiado con el premio mayor y ¡No se presentará a cobrarlo! Bueno al parecer…