Manifestaciones de depresión en la infancia y adolescencia: alerta ante signos persistentes
En la infancia y adolescencia, la irritabilidad, el aislamiento, la pérdida de interés, los problemas de concentración, el descuido del cuerpo y cambios en la alimentación son fenómenos considerados “normales”. No obstante, especialistas en salud mental resaltan que si estos síntomas se intensifican o prolongan, es crucial buscar la orientación de profesionales en psicoterapia.
La depresión y la ansiedad constituyen casi el 50% de los trastornos mentales entre niños y adolescentes de 10 a 19 años en América Latina y el Caribe, según datos de Unicef del año 2021. La depresión puede manifestarse como un trastorno patológico o como “estados depresivos” en la infancia y la adolescencia, señala Liliana Moneta, especialista en psiquiatría pediátrica y presidenta de la Asociación Argentina de Salud Mental.
A diferencia de la niñez, la adolescencia se caracteriza por la emergencia de traumas infantiles y una mayor vulnerabilidad. Según Moneta, los signos de depresión en niños pueden expresarse a través de desregulaciones emocionales, mientras que en la adolescencia se manifiestan con desgano, aislamiento, abandono de hábitos de higiene, insomnio y cambios en la alimentación.
La detección precoz es fundamental, y en la infancia, los signos pueden incluir llanto inmotivado, baja tolerancia a la frustración y dificultades para dormir. Miguel Tollo, psicoanalista especializado en niños y adolescentes, subraya que, aunque algunas manifestaciones son normales, si persisten, deben motivar una consulta.
La pandemia de Covid-19 exacerbó estos problemas, especialmente debido al aislamiento social. La incertidumbre y la desazón respecto al futuro también afectan a los adolescentes. Las redes sociales, aunque cumplen un papel importante en la construcción de subjetividades, pueden amplificar estados depresivos.
El abordaje de la depresión en niños y adolescentes implica diversas intervenciones, desde psicoterapia hasta la prescripción de fármacos según la gravedad. Sin embargo, los expertos concuerdan en la importancia del acompañamiento comunitario, incentivando el contacto y la formación de redes de apoyo. La presencia física y el juego efectivo son esenciales para contrarrestar la virtualidad.
En conclusión, es crucial identificar y abordar tempranamente los signos de depresión en la infancia y adolescencia, proporcionando respuestas, contención y espacios de tratamiento para garantizar el bienestar emocional y el desarrollo saludable de los jóvenes.
