Cayo el consumo de carne en un 50% en la ciudad.
“Estamos cada vez peor”. Esas fueron las primeras palabras de Jonatan Arroyo, propietario de la carnicería ubicada en calle Rivadavia entre Pellegrini y Garibaldi. La pregunta que disparó esa tajante respuesta fue sobre el impacto de la cuarentena en el consumo de carne vacuna, uno de los productos imprescindibles en la mesa de los argentinos.
“La pandemia afectó a todos los comerciantes, sin distinción de rubros. A las carnicerías también a pesar de que mucha gente piensa que los comercios que venden alimentos son los únicos que funcionan. En realidad los que trabajan bien son los supermercados y despensas, pero las carniceros la estamos pasando mal. De hecho, antes de la cuarentena muchos se sorprendían porque cerraban carnicerías de barrio. Hoy en cambio están bajando las persianas algunas carnicerías del centro”, contó Jonatan.
Las razones de la caída en el consumo de carnes hay que buscarlas por el lado de la caída del poder adquisitivo del salario. “La gente no tiene plata”, resume el mismo comerciante.
En el sondeo con otros propietarios de carnicerías se escucha la misma respuesta. En promedio, los carniceros estiman que el consumo de carne vacuna en cuarentena cayó un 50 por ciento.
“Si bien en el último año y medio la situación no era fácil, había cierto nivel de movimiento. Cuando empezó la cuarentena se vendió muy bien porque las gente no gastaba tanto dinero en cosas que ahora no podía hacer y volcaba ese gasto a los alimentos. Pero con el correr de los días la gente empezó a ajustar sus gastos. Hoy, en los últimos días de mes, entra muy poca gente al negocio”, asegura el mismo carnicero.
La baja en el consumo de carne vacuna tiene una referencia muy elocuente. Los carniceros hoy están bajando hasta el 60 por ciento menos de medias reses. “Hoy estoy bajando entre 5 y 6 medias reses por semana, cuando antes bajaba 12 o 13. Esta semanas, teniendo en cuenta la altura del mes, sólo bajé cuatro medias reses”, explicó Jonatan.
El precio de la media res bajó de manera imperceptible. Los carniceros aseguran que el precio «al gancho» por kilo hoy está –más menos- 115 pesos cuando hace unas semanas atrás costaba 120 pesos. Esa mínima diferencia no se siente en el precio al mostrador en virtud de que la media res tiene un 30 por ciento de desperdicio.
Fuente: Diario el Norte
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