Valiente enfrentamiento entre un cura y un ladrón en una iglesia de Salta
El vicario Juan Eduardo Jotayan de la vicaria Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el barrio La Loma, en Salta, protagonizó un valiente enfrentamiento con un delincuente que ingresó a la iglesia en la madrugada del miércoles. Esta fue la cuarta vez que la iglesia fue víctima de un robo en menos de un año, lo que llevó al sacerdote a tomar una decisión drástica.
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El hecho ocurrió alrededor de las 3 de la madrugada, cuando el sacerdote escuchó ruidos en la entrada de la casa parroquial, que ya había sido objeto de robos anteriores. Rápidamente, se levantó y se dirigió hacia el lugar, encontrándose cara a cara con el delincuente que había forzado las rejas y la madera para ingresar.
Sin dudarlo, el vicario y el ladrón se enfrentaron en una pelea cuerpo a cuerpo. A pesar de recibir golpes en la cara y en las costillas, Jotayan no se rindió y utilizó una silla para defenderse, golpeando al delincuente en la espalda y en la cabeza.
Sin embargo, el enfrentamiento no terminó ahí. El sacerdote fue en busca de un rifle de aire comprimido que pertenecía a su hermano militar fallecido y apuntó al ladrón con determinación. Gritándole que si no se iba, le dispararía en la cabeza, logró asustarlo y hacerlo huir.
A pesar de la valentía mostrada durante el enfrentamiento, una vez que la adrenalina bajó, el vicario comenzó a sentir dolor en todo su cuerpo. Fue revisado por un médico y aunque no sufrió fracturas en las costillas, tuvo que recibir inyecciones para aliviar el dolor muscular.
El sacerdote realizó la denuncia en la comisaría de Grand Bourg, provincia de Salta, para dejar constancia del hecho. El coraje y determinación del vicario Juan Eduardo Jotayan son admirables, demostrando que no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados ante la inseguridad que afecta a su parroquia.
