INTERÉS GENERAL

Sustitución de productos cárnicos y lácteos por alternativas vegetales reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero

Un estudio reciente publicado en la revista Nature Communications destaca que la sustitución del 50 por ciento de los productos cárnicos y lácteos en todo el mundo por alternativas de origen vegetal podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 31% para el año 2050. Este estudio representa el primer análisis a gran escala de la seguridad alimentaria global y los impactos ambientales relacionados con el consumo de carne y leche de origen vegetal.

Las conclusiones principales de este informe indican que sustituir la mitad de los productos cárnicos y lácteos por opciones de origen vegetal podría contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura, lo que ayudaría a abordar la crisis climática. Se sabe que estos gases son los principales impulsores de los cambios climáticos.

El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Vermont (UVM), el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), la Alianza de Bioversity International y el CIAT, y es pionero en su enfoque que tiene en cuenta la complejidad de los sistemas alimentarios globales.

Marta Kozicka, autora principal del estudio e investigadora del IIASA, enfatizó que comprender el impacto de los cambios en la dieta amplía las opciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que la transición hacia dietas basadas en plantas también podría tener beneficios significativos para la biodiversidad.

El informe subraya que la adopción de alternativas vegetales a la carne y los lácteos no solo es una innovación en la alimentación, sino una oportunidad crucial para abordar objetivos relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático, la salud y la biodiversidad en todo el mundo. Sin embargo, esta transición requiere cambios tecnológicos e intervenciones políticas.

En cuanto a la sustitución de nutrientes proporcionados por la carne y los lácteos, la nutricionista Nélida Karavaski señala que es importante mantener un equilibrio de nutrientes al hacer la transición hacia una dieta basada en plantas. Hierro, vitamina B12 y calcio se pueden encontrar en fuentes vegetales, y en casos específicos, es necesario considerar suplementos para garantizar una nutrición adecuada.

El estudio también reconoce que, si bien la reducción del consumo de productos de origen animal es beneficiosa desde una perspectiva ambiental, es fundamental abordar las preocupaciones sociales y económicas, como el impacto en los pequeños agricultores en países de ingresos bajos y medianos, para garantizar una transición justa y sostenible en el sistema alimentario global.

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