Acindar anuncia suspensión de 1700 empleados
La producción en el sector siderúrgico y metalúrgico experimenta una caída significativa, exacerbando la recesión y generando perspectivas desalentadoras. Además, se registra una pérdida salarial debido a las paritarias que son suprimidas por las grandes empresas.
La desaceleración en la producción industrial se está haciendo cada vez más evidente, y los indicadores macroeconómicos confirman la difícil situación en las fábricas. Este martes, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de la seccional Villa Constitución en Santa Fe llegó a un acuerdo temporal con Acindar para la suspensión rotativa de 1700 empleados pertenecientes a empresas subcontratadas.
Este acuerdo, que estará en vigor hasta el 15 de junio con posibilidad de renovación, trae consigo serias implicaciones para los trabajadores, quienes verán reducido su salario al 83% sin bonificaciones ni premios adicionales.
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La gigante siderúrgica ha mantenido su planta cerrada desde el 18 de marzo, con un cierre inicialmente programado por un mes, aunque el panorama futuro permanece incierto. Paralelamente, las negociaciones salariales en la industria siderúrgica llevan estancadas desde noviembre, sin que los sobreprecios registrados hayan repercutido en los salarios de los trabajadores.
Las deliberaciones en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe se extendieron por casi 7 horas antes de llegar a un acuerdo que implica la suspensión rotativa de 1,700 empleados de empresas subcontratadas que realizan labores para Acindar. En total, la empresa cuenta con una plantilla de 3,000 empleados.
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“Pasamos de la suspensión inicial de 600 trabajadores con un pago del 83% del salario, con pérdida del aguinaldo incluida, durante quince días, a una situación donde la cantidad de compañeros suspendidos puede variar, y así continuaremos hasta el 15 de junio. Nuestra intención es volver a reunirnos a principios de mayo para evaluar la continuidad del acuerdo”, explicó Pablo González, secretario general de la UOM de Villa Constitución. Aunque el sindicato ve este acuerdo como una “tregua”, existe el temor de que la crisis económica empeore y resulte en despidos.
El Impacto del Conflicto Laboral en Acindar y la Industria Siderúrgica Nacional
La situación en la localidad de Villa Constitución se torna cada vez más crítica, con los gremialistas enfrentándose a un dilema angustiante: “Si no detenemos nuestras actividades, la empresa no otorgará el aumento de sueldo, pero si lo hacemos, corremos el riesgo de que la planta cierre y perdamos puestos de trabajo”, ilustra González, uno de los afectados. Este panorama refleja la compleja realidad en la que se encuentran los trabajadores, quienes ven cómo se tambalean sus condiciones laborales frente a la incertidumbre económica.
Los trabajadores comprenden que la producción ha disminuido considerablemente en la empresa Acindar debido a los recortes en la obra pública y la recesión del mercado interno. Además, se enfrentan a la competencia desleal de los productos chinos en el mercado mundial de acero, lo que dificulta la posibilidad de compensar la demanda local a través de exportaciones. Esta crisis podría facilitar la adquisición de Acindar por parte del Grupo Techint, consolidando aún más su dominio sobre la producción metalúrgica nacional.
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La Cámara Industrial del Departamento Constitución (Cidecom) ha expresado su preocupación ante la situación de la empresa, advirtiendo sobre la incertidumbre futura. Según datos recopilados, las ventas de Acindar han experimentado una caída del 35 al 40 por ciento en diciembre y enero de este año.
Por otro lado, los últimos informes de la Cámara Argentina del Acero (CAA) revelan que la producción siderúrgica ha sufrido una contracción aún mayor en febrero, como consecuencia de la recesión interna. A pesar de que el sector energético sigue mostrando un desempeño positivo, otros sectores como la construcción, línea blanca y envases continúan en declive. La producción de laminados, que depende en gran medida de Acindar, ha sufrido una caída del 38,6 por ciento respecto al mes anterior y del 45,5 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior.
En este contexto de profunda recesión y ajuste económico, el reciente paro de seis días llevado a cabo por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que incluyó una huelga de 72 horas esta semana, ha generado controversia. La CAA considera que esta medida resulta inoportuna y desproporcionada, dado que no tiene precedentes en la industria y agrava aún más la situación ya precaria del sector.
Tensiones Laborales y Políticas en el Sector Siderúrgico: Desafíos en la Paritaria y Rol de Techint
El conflicto en el sector siderúrgico alcanza niveles críticos mientras las tensiones se intensifican. Durante esta semana, los días martes, miércoles y jueves, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ha liderado una serie de huelgas, con la suspensión de actividades y movilizaciones, en diversas localidades del cordón siderúrgico del país. Esta medida se suma a los paros realizados los miércoles y jueves de la semana anterior, así como al del miércoles de la semana previa.
A pesar de que se logró un acuerdo de suspensiones con representantes de Acindar para la “rama 17” del sector metalúrgico, las negociaciones en la “rama 21” de la siderurgia se encuentran estancadas desde noviembre de 2023. La patronal ofrece un aumento salarial por debajo de la inflación, que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) acumuló un 62,4% entre diciembre y febrero, en comparación con el 75,6% de variación en los precios. Los trabajadores exigen una paritaria acorde a sus necesidades.
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Abel Furlán, secretario general de la UOM Nacional, destacó durante una movilización realizada este jueves en la localidad de Campana la posición dominante del Grupo Techint en el mercado de metales básicos, que afecta a numerosas cadenas de valor y sectores productivos. Furlán señaló que el precio del acero y sus derivados determinan los costos de productos como vehículos, construcción, maquinaria agrícola, electrodomésticos y motocicletas. Además, mencionó un aumento alarmante del 137,2% en el precio de la chapa solo en el mes de diciembre.
El dirigente sindical también destacó las posturas políticas de Techint en los últimos años, señalando su participación activa en el gobierno nacional, con empleados de sus empresas ocupando cargos en organismos públicos como YPF y la Secretaría de Trabajo. Esta situación refuerza la percepción de los trabajadores sobre la necesidad de una negociación justa y equitativa en la paritaria del sector, que hasta ahora ha sido obstaculizada por las acciones de la patronal.
Desafíos Inmediatos para el Sector Industrial Santafesino
La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), representante del extenso tejido empresarial del segundo PBI industrial de Argentina, emitió un comunicado el 20 de marzo alarmado por la situación crítica que atraviesa el sector. Este abarca a más de seis mil empresas de distintos tamaños, que dan empleo directo a 140.000 personas y sostienen de forma indirecta a cerca de 350.000, siendo un motor vital para las localidades del interior del país.
Según el comunicado, más del 71 por ciento de las empresas industriales han reportado una disminución en sus ventas, ajustes en la producción y dificultades para mantener sus plantillas de personal. Esta caída se ha generalizado, afectando al 77 por ciento de las ramas fabriles, algunas de las cuales han experimentado una caída de hasta el 55 por ciento en su actividad en comparación con el año anterior, según datos de enero.
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El año 2023 ya había sido desafiante para la producción industrial en Santa Fe, con una caída del 9,2 por ciento atribuida a factores como la sequía que impactó en la cadena agroindustrial, la inflación y las restricciones a la importación de insumos, que resultaron en un endeudamiento comercial significativo con el exterior. A pesar de estos desafíos, la producción aún se mantenía por encima de los niveles previos a la pandemia, como señala Román Guajardo, titular de la Unión Industrial Región Rosario, que forma parte de Fisfe.
En 2024, la situación ha empeorado aún más y la incertidumbre a mediano plazo preocupa profundamente. El aumento en la inflación ha impactado en los costos de producción y ha reducido el poder adquisitivo de los ingresos, lo que ha provocado una marcada caída en la demanda interna. Este escenario crítico se ve agravado por los incrementos en el costo de la energía, un insumo vital para la industria, así como por el anuncio de la apertura de importaciones para productos básicos. Estos factores combinados representan un desafío significativo para la estabilidad y el crecimiento del sector industrial en Santa Fe y plantean un panorama preocupante para el futuro próximo.